Porque más vale prevenir que curar, háztelo mirar.

viernes, junio 27, 2008

Consiguen curar un cáncer de piel en estado avanzado

Los investigadores del Centro de Investigación de Cáncer Fred Hutchinson, en Seattle, Estados Unidos, han conseguido, extrayendo células inmunes de la sangre de un paciente, y después de clonarlas en el laboratorio, reimplantárselas al individuo, hallando así una novedosa terapia para curar un melanoma avanzado -la forma letal de cáncer de piel-. Los resultados no parecen ofrecer dudas: dos años después del tratamiento, dicho paciente -de 52 años- sigue libre de la enfermedad.
Publicada en el 'New England Journal of Medicine', la investigación ha sido descrita como un extraordinario avance. El sistema inmune del paciente juega un papel sumamente importante en el combate del cáncer. Durante mucho tiempo las investigaciones se han concentrado en formas de mejorar esta respuesta de ataque a tumores. El paciente había sido diagnosticado en la etapa 4 de melanoma, en la cual la muerte ocurre en unos pocos meses. El tumor, provocado por una quemadura solar, comenzó como un lunar en la piel y se extendió hacia un nódulo linfático en la ingle y hacia los pulmones.
Para los científicos encargados del descubrimiento éste es un emocionante avance con aplicaciones potencialmente grandes ya que el melanoma es la forma más mortal del cáncer de piel, y según la OMS (Organización Mundial de la Salud), cada año mueren por su causa unas 48.000 personas en todo el mundo.



martes, junio 24, 2008

Los porros (y los adolescentes)

Padecer depresión y esquizofrenia el día de mañana son algunos de los precios que hay que pagar por fumarse tan sólo un porro a la semana. Y es que son ya varios los estudios publicados que coinciden en alertar de los peligros que a largo plazo pueden sufrir los adolescentes habituales fumadores de cannabis. Hasta un 30 por ciento más de posibilidades de desarrollar esquizofrenia, independientemente del uso de otras drogas psicoactivas y sin que medie ningún rasgo de la personalidad que pudiese predisponer al sujeto hacia esta enfermedad. A este respecto, durante 27 años, se evaluó a más de cincuenta mil suecos captados para el proyecto de investigación mientras cumplían el servicio militar obligatorio. El 10,8 por ciento de la muestra había probado el cannabis en alguna ocasión y, de todos ellos, el 1,4 por ciento desarrolló la enfermedad en el tiempo que duró el estudio. El riesgo de padecer esquizofrenia fue mayor entre quienes admitieron haber probado la droga en más de cincuenta ocasiones a lo largo de su vida. Y es que consumir cannabis en la adolescencia incrementa el riesgo de padecer síntomas esquizofrénicos una vez alcanzada la edad de madurez, especialmente en el caso de los más jóvenes (cuyo consumo comienza alrededor de los 15 años). Cuanto antes comience el consumo, mayores serán los riesgos de desarrollar la enfermedad. Esto es debido a que los usuarios más jóvenes se vuelven fumadores habituales durante largos períodos de tiempo.
Por su parte, otra investigación estudió a 1.600 estudiantes de 44 institutos australianos, todos ellos con edad comprendida entre los 13 y los 15 años. Los investigadores llegaron a la conclusión de que el consumo frecuente de cannabis incrementa el riesgo de padecer ansiedad y depresión en la edad adulta, especialmente en el caso de las adolescentes. De todos los participantes, el 60 por ciento había comenzado a fumar antes de los 20 años, y el 7 por ciento admitió ser un fumador habitual. Más de la mitad de todos ellos (el 52 por ciento de las chicas y el 66 por ciento entre los chicos) reconoció haber fumado en alguna ocasión. Después de ajustar las cifras en relación con el consumo de otras sustancias, los autores del trabajo concluyeron que el consumo diario de cannabis entre las chicas multiplica por cinco los riesgos de padecer ansiedad y depresión, mientras que el consumo semanal duplica el riesgo en comparación con los adolescentes no fumadores. Los autores han tratado de desentrañar los mecanismos que se esconden detrás de esta relación entre el consumo de porros en la adolescencia, especialmente entre las chicas, y la depresión posterior. En su opinión son determinados mecanismos psicosociales los que subyacen detrás de esta asociación. "Las consecuencias sociales del consumo frecuente incluyen el fracaso escolar, el paro e incluso la delincuencia juvenil, todos ellos factores que pueden provocar altas tasas de enfermedad mental". A su juicio, deberían tomarse medidas para reducir el uso frecuente y de carácter lúdico que se le da al cannabis.



lunes, junio 16, 2008

Costra Láctea

La Costra Láctea se caracteriza por escamas aceitosas amarillentas, blanquecinas o grises, fuertemente adheridas al cuero cabelludo de muchos bebés y de desagradable aspecto; aunque también puede aparecer en la frente, el entrecejo, las cejas, la parte posterior de las orejas u otras partes del cuerpo. Tiene un aspecto grasiento y, a pesar de su curioso nombre, no tiene absolutamente nada que ver con la leche que recibe el pequeño.
Se relaciona con un trastorno de la piel que se denomina Dermatitis seborreica (piel grasienta) que también puede padecer la persona adulta. En el niño el problema es debido, generalmente, al efecto de las hormonas sexuales maternas que pasan al niño durante el embarazo y suele ser intranscendente desapareciendo en pocas semanas.
Tratamiento
Su pediatra seguramente establecerá medidas higiénicas o de otro tipo que faciliten su buena evolución. En plan casero puede facilitar su desprendimiento aplicando sobre la zona aceite (preferiblemente mineral para evitar el olor y la coloración verdosa que adquieren las escamas cuando se usa aceite vegetal) y mantenerlo durante un cuarto de hora. Luego lavarlo con un buen champú de bebés. Si las costras son muy gruesas y se resisten a la eliminación, un buen remedio puede ser que aproximadamente una hora antes del baño se unten bien con vaselina, con lo cual se van reblandeciendo, y tras lavar y secar ¡sin frotar ni rascar la cabeza!, son fáciles sacarlas pasando un cepillo, por el contrario, si se impregnan con aceites o unguentos después del baño, aunque de momento también puedan desaparecer, retornan después a brotar con más fuerza. Estos dos tratamientos recomendados son inofensivos pudiéndose repetir tantas veces como fuese necesario. En casos más complicados, acuda a su médico ya que puede ser necesario el uso de corticoides locales o antimicóticos en lociones o cremas (sustancia que eliminan los hongos que parece se relacionan con el desarrollo de la Dermatitis seborreica).



martes, junio 03, 2008

Trastornos de la alimentación en los jóvenes (anorexia y bulimia)

Publicado en el último número de la revista 'Archives of Pediatrics and Adolescent Medicine', los factores de riesgo para desarrollar un problema como la anorexia o la bulimia varían en función del sexo; es decir, no afectan por igual a chicos y chicas. "Debido a esto, las estrategias de prevención de estos desórdenes tendrían que ser diferenciadas y específicas", explican los autores de la investigación, miembros de la Escuela de Medicina de la Universidad de Harvard, Estados Unidos. (Para llevarla a cabo han analizado durante aproximadamente siete años a una muestra de 6.916 chicas y 5.618 chicos, que, al inicio del estudio, estaban comprendidos entre los 9 y los 15 años de edad.)
A través de varios cuestionarios periódicos, evaluaron la frecuencia con la que se ponían a régimen, si tomaban como modelo a personas que aparecían en los medios de comunicación o si recibían comentarios negativos sobre su figura por parte de sus padres, amigos o compañeros. También tuvieron en cuenta si tenían hábitos relacionados con la bulimia como darse atracones, vomitar o usar laxantes o si había antecedentes de trastornos alimenticios en su familia. (Durante el seguimiento, un 10 por ciento de las chicas y un 3 por ciento de los chicos desarrolló alguno de estos comportamientos.)
Así, comentan que escuchar comentarios como "estás demasiado gordo", "deberías adelgazar", "haz algo para perder peso", ..., sobre todo si provienen de la figura paterna, aumentaría las posibilidades de que un chico sufra un trastorno alimentario. En las chicas, sin embargo, tiene más influencia la presión mediática y la promoción de un ideal de belleza poco saludable. Al estudiar a fondo los datos, los investigadores se han dado cuenta también de que "hacer dieta frecuentemente e intentar parecerse a las personas que aparecen en los medios de comunicación son factores predictivos de hábitos como los atracones en chicas de todas las edades". Por el contrario, en el caso de los chicos, este comportamiento es más habitual entre los que recibían comentarios negativos sobre su peso por parte de su padre. Además, los autores han comprobado que tener una madre que sufre o ha sufrido un trastorno de alimentación es un factor de riesgo entre las chicas; si bien sólo parece una influencia significativa entre las adolescentes más jóvenes (es decir, aquellas menores de 14 años).
"Estos hallazgos sugieren que las estrategias de prevención deberían ser diferentes para chicas y chicos y tener en cuenta la edad de los sujetos", señalan los investigadores. Según explican, los programas para evitar el desarrollo de comportamientos bulímicos en chicas deberían "incorporar actuaciones en los medios y otras iniciativas que ayudaran a que las jóvenes fueran menos susceptibles a las imágenes que perciben y a los comentarios ofensivos de los hombres", mientras que en el caso de los varones las estrategias deberían centrarse en enfoques que les ayuden a no asumir los comentarios negativos que hagan sus progenitores sobre su peso. "Aunque los chicos son menos proclives a desarrollar trastornos de la alimentación que las chicas, los padres y especialistas médicos deberían conocer que los comentarios negativos sobre su peso pueden tener consecuencias negativas", enfatizan. "Es de suma importancia que tanto padres, como profesores como médicos promuevan una forma física saludable sin enfatizar sobremanera la importancia del peso o estigmatizar el sobrepeso juvenil", concluyen.