Tratamiento contra el cáncer: el futuro a la vuelta de la esquina
Un equipo de científicos españoles estudia el uso de células dendríticas, cargadas con minúsculas partículas magnéticas, para el diagnóstico y el tratamiento del cáncer. Esta nueva vía de investigación podría suponer una terapia no invasiva para la destrucción de tumores. El catedrático Alejandro Tres, responsable de la investigación, explica que las dendríticas son células del sistema inmune que se incorporan al tejido vascular que generan a gran velocidad los tumores para alimentarse del flujo sanguíneo del organismo, crecer y desarrollarse. Su función en el sistema inmune es como la de un policía, ya que "avisa" de la entrada de una infección y da la "alarma" para que se produzca el rechazo y la eliminación de las mismas, agrega este catedrático de la Universidad de Zaragoza.
En el proyecto participan más de veinte científicos del Instituto de Nanociencia de Aragón (INA) y del Hospital Clínico Universitario de Zaragoza, entre médicos, químicos, bioquímicos, físicos e ingenieros. El objetivo es buscar terapias contra los tumores cancerígenos, mediante la ayuda de la nanotecnología y el magnetismo.
La nanotecnología es la rama de la tecnología que se ocupa de la fabricación y el control de estructuras y máquinas a nivel y tamaño molecular. "Nano" es un prefijo griego que significa "mil millones" (una mil millonésima parte de un metro es la unidad de medida que se usa en el ámbito de la Nanotecnología). Tras un año de trabajo en laboratorio, los científicos han conseguido cargar células dendríticas humanas con nanopartículas magnéticas de óxidos de hierro y demostrar que no se mueren y que se pueden detectar por medios externos, explica el doctor Tres. En una segunda fase, que ya se desarrolla también en laboratorio, se utilizan campos magnéticos para hacer "vibrar" esas nanopartículas, aumentar su temperatura y destruir el tumor.
En el estudio presentado, se pretende aprovechar la capacidad del tumor de "esclavizar" las células dendríticas para usarlas en beneficio propio, constituyendo las paredes de los nuevos vasos, para introducir en el tumor nanopartículas que puedan servir para detectar y destruir el tumor como "un caballo de Troya contra el cáncer". Ahora, tras los resultados conseguidos en este último año con células dendríticas en laboratorio, se comenzará a trabajar con ratones, y si los resultados son positivos, en un futuro todavía por definir, se ensayará con seres humanos.
El director del Instituto de Nanociencia de Aragón, Ricardo Ibarra, ha destacado la relevancia de la aplicación de nanopartículas magnéticas a la Biomedicina, una línea de investigación con gran auge, e informa que actualmente existen una media docena de ensayos clínicos de este tipo en Alemania y Estados Unidos. El objetivo final del mismo sería poder inyectar a un paciente con un tumor cancerígeno incipiente minúsculos imanes que, mediante técnicas químicas, se camuflarían como si fueran eritrocitos (glóbulos rojos) para engañar al sistema inmunológico. Además, la superficie de estos nano-imanes contiene moléculas específicas que tienen afinidad con las células tumorales. Una vez fijas sobre las superficies de las células malignas, la simple aplicación de un campo magnético externo oscilante (de modo análogo a como se hace en una Resonancia Magnética) por la técnica denominada Hipertermia Magnética elevará en algunos grados la temperatura de estas partículas y de las células adheridas, matándolas y dejando intacto el tejido normal circundante.
Parece ciencia ficción pero en breve puede ser una realidad.
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