Porque más vale prevenir que curar, háztelo mirar.

domingo, marzo 21, 2010

El colesterol también daña nuestro cerebro

Sgún un estudio liderado por españoles y publicado en la revista 'The American Journal of Medicine', la pérdida de memoria, las alteraciones del lenguaje y la falta de atención en la edad adulta están directamente relacionadas con altos niveles de colesterol en sangre.
Hasta ahora sabíamos de sobra lo perjudicial que era para el sistema cardiovascular tener elevados niveles de colesterol, pero todo apunta a que también es altamente nocivo para la salud del cerebro.
Para llevar a cabo el estudio los investigadores controlaron durante cinco años a 47 pacientes con hipercolesterolemia familiar. Se trata de una enfermedad hereditaria, una prevalencia similar a la de la diabetes tipo uno, y que se caracteriza por un aumento del colesterol LDL, el conocido como "malo", desde el nacimiento.
En el 22% de los pacientes con esta enfermedad hereditaria se detectó deterioro en ámbitos como el de la memoria episódica o la capacidad de atención, mientras que sólo el 3% de los pacientes de control, que no padecen este mal, presentaron alteraciones. Ello hace asegurar a los expertos que el riesgo de estos pacientes de padecer con los años un deterioro cognitivo leve, conocido por las siglas DCL, e incluso una demencia o un alzheimer esporádico -no el genético- es diez veces superior a la de la población normal.
Este riesgo mayor de padecer problemas cognitivos afecta no sólo a las personas diagnosticadas con hipercolesterolemia familiar, sino también a todas aquellas que, sin padecer este problema genético, tienen altos niveles de colesterol en sangre.
Los investigadores instan a cambiar el actual abordaje de las enfermedades vinculadas al deterioro cognitivo y a invertir más en prevención en lugar de dedicar tantos recursos a tratar las últimas fases de enfermedades como el Alzheimer, "cuando ya difícilmente se puede hacer nada".
Las personas con niveles muy elevados de colesterol deberían, de por vida, tomar fármacos para reducir el colesterol y la glucosa, así como para proteger a las neuronas, señalan.