Porque más vale prevenir que curar, háztelo mirar.

domingo, febrero 25, 2007

Colesterol

El colesterol es un lípido del grupo de las grasas que participa en la constitución de las membranas de los tejidos del organismo. Se desplaza por la sangre en partículas denominadas lipoproteínas, que contienen tanto lípidos como proteínas. El organismo cuenta con tres tipos de lipoproteinas:
Lipoproteinas de baja densidad (LDL): Contienen cerca del 70 por ciento del colesterol del suero y favorecen los trastornos cardiovasculares.
Lipoproteinas de baja densidad (HDL): Acumulan el 20 por ciento del colesterol total y tienen un efecto protector.
Lipoproteinas de muy baja intensidad (VLDL): Contienen en torno al 10 por ciento del colesterol total del suero y la mayor parte de los triglicéridos.
La principal consecuencia del exceso de colesterol en sangre es el desarrollo de enfermedades coronarias (EC). Estas son más frecuentes en las poblaciones cuya alimentación es rica en grasas saturadas y colesterol, mientras que en países como Japón y China, cuya dieta es pobre en colesterol-LDL, la tasa de enfermedades coronarias es baja.
La hipercolesterolemia está íntimamente ligada a la arterosclerosis, una alteración degenerativa que afecta a las arterias en las que se forman placas de ateroma. Estas placas son depósitos de lípidos, especialmente colesterol, proteínas y sales de calcio, que obstruyen total o parcialmente los vasos de las arterias y provoca una falta de riego. Si la falta de riego se localiza en las arterias coronarias que irrigan el corazón se puede producir una angina de pecho o un infarto de miocardio. Si se produce en las arterias cerebrales son frecuentes las hemorragias y trombosis cerebrales. Cuando la obstrucción se localiza en las extremidades puede favorecer la gangrena de un miembro y, en el peor de los casos, su amputación. Asimismo, la arterosclerosis provoca aneurismas, dilataciones excesivas de la aorta que pueden provocar su rotura.
Los niveles normales de colesterol aceptados son los siguientes:
Colesterol total:
Normal: menos de 200 mg/dl
Normal-alto: de 200 a 240 mg/dl
Alto: más de 240 mg/dl
Colesterol LDL:
Normal: menos de 100 mg/dl
Normal-alto: de 100 a 160 mg/dl
Alto: más de 160 mg/dl
Triglicéridos:
Normal: menos de 150 mg/dl
Normal-alto: de 150 a 500 mg/dl
Alto: más de 500 mg/dl
Ante un problema cardiovascular es imprescindible modificar los hábitos que puedan aumentar los niveles de colesterol. Estos cambios implican una dieta sana rica en grasas insaturadas y pobre en grasas saturadas, colesterol y sal; el abandono del tabaquismo, la práctica de ejercicio físico y el control de la presión arterial.