Por qué el ejercicio mejora la memoria
El ejercicio mejora el poder de la mente al generar nuevas neuronas en una región cerebral relacionada con la memoria y la pérdida de ella, indican investigadores estadounidenses.
Pruebas en ratones han mostrado que los roedores generaron nuevas neuronas en la zona cerebral denominada circunvolución dentada, una parte del hipocampo que se deteriora con la disminución de la memoria relacionada con la edad, la cual comienza a los 30 años en la mayoría de los seres humanos.
Los investigadores emplearon imágenes por resonancia magnética (IRM) para ayudar a registrar el proceso en los ratones, y luego utilizaron IRM para observar el cerebro de personas antes y después de realizar ejercicio.
El equipo halló los mismos patrones, lo que sugiere que las personas también generaban nuevas neuronas cuando hacen actividad física.
"Ninguna investigación previa examinó sistemáticamente las diferentes regiones del hipocampo e identificó qué zona se ve más afectada por el ejercicio", ha dicho en un comunicado el doctor Scott Small, neurólogo del Centro Médico de la Columbia University en Nueva York, quien ha dirigido el estudio.
En un artículo publicado en Proceedings of the National Academy of Sciences, los investigadores han dicho que primero evaluaron a los ratones. El experto en Neurología Fred Gage, del Instituto Salk en La Jolla, California, había demostrado que el ejercicio puede provocar el desarrollo de nuevas neuronas en el equivalente de la circunvolución dentada de los ratones.
Los equipos trabajaron juntos para hallar el modo de medir esto, empleando IRM para analizar el volumen de sangre en el cerebro. "Una vez que estos hallazgos se establecieron en los ratones, estuvimos interesados en determinar cómo el ejercicio afecta los mapas de volumen de sangre cerebral en el hipocampo de los humanos", escriben los especialistas.
Los investigadores, por supuesto, no pudieron abrir los cerebros humanos para ver si habían crecido neuronas, pero podían usar las IRM para echar un vistazo. Para el estudio, reclutaron a 11 adultos saludables y les hicieron someterse a un régimen de ejercicio aeróbico de tres meses. Los expertos tomaron IRM de los cerebros antes y después de comenzar la nueva rutina. También evaluaron el estado físico de cada voluntario midiendo el volumen de oxígeno antes y tras el programa de entrenamiento. El ejercicio generó circulación sanguínea hacia la circunvolución dentada de las personas, y cuanto mejor estado físico tenía un paciente, más flujo de sangre detectaba la IRM, revelan los investigadores. "Las llamativas similitudes entre los cambios de volumen de sangre en el cerebro inducidos por el ejercicio en la formación del hipocampo de los ratones y los humanos sugiere que el efecto es mediado por mecanismos semejantes", escriben los equipos. "Nuestro próximo paso es identificar el régimen de ejercicio que es más beneficioso para mejorar la cognición y reducir la pérdida de memoria normal, para que los médicos puedan prescribir tipos de actividad específica para mejorar la memoria", concluye Small.
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