Porque más vale prevenir que curar, háztelo mirar.

viernes, marzo 09, 2012

Indigestión

El autodiagnóstico de la indigestión es bastante frecuente y cuando el enfermo acude a su médico y se queja, este, con frecuencia no tiene una respuesta o cura. Para el diagnóstico es importante eliminar otras posibles causas. Estas incluyen angina de pecho o dolores cardiacos, intolerancia a la lactosa (incapacidad de digerir el azúcar de la leche), varios síndromes de malabsorción (enfermedades que se caracterizan porque los alimentos no son absorbidos, la enfermedad se presenta con trastornos digestivos: pesadez, diarrea, etc) y úlceras.
Se puede llamar indigestión al dolor de estómago que sobreviene después de comer. No obstante, no existen evidencias de que esta molestia sea causada por fallos o incapacidad del estómago e intestinos a la hora de digerir los alimentos.
El desarrollo varía en cada caso. En algunos pacientes, puede aparecer y desaparecer, mientras que en otros es persistente. A menudo la indigestión desaparece junto con la ansiedad o las preocupaciones y recurre con una nueva situación de estrés.
La causa, en la mayoría de los casos, puede ser atribuida al hecho de comer rápido. Si bien las personas responden de forma variada a los alimentos, las coles y cebollas suelen causar problemas con más frecuencia. Muchas personas atribuyen su indigestión al "dolor por gases". El tragar aires produce gases y causa molestias intestinales, pero la noción de que la indigestión es producto de la concentración de aire, o "gas" intestinal, no ha sido probada. En cambio, la causa parece ser una sobrecarga temporal de alimento en el comienzo del aparato digestivo. Cuando esta sobrecarga se mueve y descongestiona el resto del tubo digestivo, los síntomas se alivian.
Los principales síntomas aparecidos durante una indigestión son: Dolor de estómago, hinchazón e inflamación abdominal, punzadas de dolor, gases y eructos después de comer, flatulencia.
Si la indigestión persiste o empeora, sobre todo si cambia repentinamente, deberíamos visitar a nuestro médico de familia o, mejor todavía, a un gastroenterólogo. También deberíamos acudir si el dolor recurre durante el día, no solamente después de comer.
Ante todo, el médico nos hará un examen físico, palpará nuestro abdomen y escuchará el sonido de nuestros intestinos. Igualmente, seremos preguntados acerca de nuestros hábitos alimenticios así como de cualquier enfermedad o problema médico que tengamos o hayamos tenido.
El doctor podrá pedirnos radiografía y análisis. El objetivo es descartar otras enfermedades como úlcera de estómago, bloqueo de intestinos, cáncer, etc. La indigestión no es un problema médico grave, pero es importante descartar otras posibles causas de estas molestias.
Sobre el tratamiento, si nuestro problema es causado por:
-Gases: un medicamento que contenga agentes tensoactivos puede ayudarnos.
-Estrés: Aprender técnicas de relajación que nos ayuden a controlar las situaciones estresantes y que estas no nos afecten al tubo digestivo.
-Rapidez: En la actualidad, la situación laboral ha reducido el tiempo del que disponemos para comer. Si bien esto es una realidad, debemos tener presente que el proceso de la masticación es un punto esencial en la ingesta de los alimentos y su posterior digestión. Por ello debemos realizar una masticación adecuada de todos los alimentos.
Cuidados en general: Lo más efectivo es evitar la indigestión, para ello: Coma lentamente, consuma comidas pequeñas y frecuentes, combata el estrés, evite las comidas indigestas.