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miércoles, junio 27, 2007

Desarrollan una piel artificial que acelera la cicatrización

Un equipo de científicos británicos ha desarrollado un prototipo de piel artificial capaz de cicatrizar las heridas o quemaduras rápidamente. Dirigidos por Paul Kemp, de la empresa británica de biotecnología Intercytex, los investigadores han creado un tejido que logra incorporarse mucho mejor a la piel real que ninguna de las pieles sustitutivas utilizadas hasta ahora. Los resultados de las primeras pruebas realizadas en pacientes son prometedores.
Para desarrollar el nuevo tejido, llamado ICX-SKN, los científicos han utilizado gel de fibrina, una proteína que contribuye a la curación de las heridas, y fibroblastos extraídos de las células de la piel humana.
La piel artificial se crea a partir de una matriz hecha de la fibrina, a la que se añaden fibroblastos humanos, células que sintetizan y mantienen la matriz extracelular propia del tejido. En un proceso que replica la forma en que el cuerpo desarrolla la nueva piel, las células del tejido creado producen otra proteína, el colágeno, que hace que la matriz sea más estable y resistente a los cambios durante el proceso de curación.
Aunque el descubrimiento aún se encuentra en fase experimental, Intercytex anuncia que los resultados de las primeras pruebas realizadas en pacientes son prometedores, en un experimento que describe la revista especializada The Journal of Regenerative Medicine en su último número.
En las pruebas experimentales, los investigadores cortaron una sección ovalada de piel de los brazos de seis voluntarios sanos y la reemplazaron con el tejido desarrollado en el laboratorio. Transcurridos 28 días, la piel artificial se había integrado de forma estable y las heridas estaban curadas sin apenas cicatrices. "Si se consiguen más resultados exitosos en las próximas pruebas, el tejido podría revolucionar la forma en que se curen las heridas y las quemaduras en un futuro", dice Kemp.
Actualmente, la mejor forma de curar las quemaduras y heridas graves es con un injerto de piel extraída del propio paciente en la zona dañada y, aunque ha habido numerosos intentos de crear una forma de piel artificial, no se ha logrado su total integración en el paciente. Sin embargo, los creadores del nuevo tejido sostienen que provoca menos reacciones que otros materiales usados hasta el momento y que tiene el potencial de reducir el proceso de cicatrización y de curar las heridas crónicas de los pacientes de edad avanzada.