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viernes, febrero 23, 2007

La circuncisión reduce más de la mitad el riesgo de contagio por el VIH

"Nos encontramos realmente ante la primera gran noticia en mucho tiempo. Contamos con una herramienta que puede reducir sustancialmente el número de contagios por VIH y salvar muchas vidas". El doctor Robert Bailey, de la Universidad de Chicago, se refiere con estas palabras a la circuncisión. Tres estudios han evidenciado que esta práctica reduce en más del 50% el riesgo de que los hombres se infecten con el virus.
En un especial que la revista 'The Lancet' dedica a este tema, varios expertos estiman que si se implantara la circuncisión a gran escala en África tendría el potencial de evitar alrededor de dos millones de nuevos contagios y más de 300.000 muertes a lo largo de la próxima década. En los siguientes 10 años, las cifras serían de 3,7 millones de infecciones evitadas y 2,7 millones de muertes.
Sin embargo, a pesar de estos números y de la probada eficacia de la circuncisión en los ensayos realizados en Sudáfrica, Kenia y Uganda, los investigadores indican que todavía quedan muchos aspectos éticos, médicos y sociales por debatir antes de que esta sencilla operación pueda introducirse como una política sanitaria más.
En Sudáfrica, docenas de niños y jóvenes mueren o sufren heridas a diario por culpa de circuncisiones mal practicadas. "Asegurar los medios necesarios y el personal cualificado para realizar estas intervenciones es esencial en estos países", escribe Marie-Louise Newell, del Centro de Estudios de Salud y Población de Sudáfrica, que se pregunta si "sería ético circuncidar a todos los varones o practicar la circuncisión a niños que no pueden dar su consentimiento". Cuestiones que aún están por resolver.
Para tratar de aclarar el tema y que la circuncisión pueda aplicarse cuanto antes, dados sus beneficios, investigadores estadounidenses y sudafricanos han identificado 13 puntos que se deben tener en cuenta:
Determinar el grado de aceptación: Algunos estudios realizados en África indican que sus ciudadanos aceptan bien la circuncisión. El 65% de los hombres y el 69% de las mujeres están a favor de esta práctica y el 81% de los padres operarían a sus hijos varones.
Comunicar bien los beneficios: Los beneficios de la circuncisión son relativos, no absolutos, y se debe dejar este punto claro a los pacientes que vayan a hacérsela. No sustituye al uso del preservativo ni a la reducción de parejas sexuales o la abstinencia.
Definir los riesgos: La percepción del riesgo está influida por aspectos culturales y sociales. En los países donde el VIH está muy extendido y el acceso a los medicamentos no tanto, la percepción del riesgo difiere mucho de la que se tiene en los países que no están tan acostumbrados a esta epidemia. No todos se acercan igual a la circuncisión y hay que tenerlo en cuenta.
Combinación de estrategias preventivas: La circuncisión masculina debe introducirse como una estrategia preventiva más, que no excluya a las otras.
Reforzar el debate sobre igualdad de género: El efecto protector de la circuncisión masculina supone una oportunidad para lanzar la discusión sobre la desigualdades de género y las socioeconómicas, que influyen en la evolución de la epidemia de sida.
Definir el efecto sobre las mujeres: El grado en el que la circuncisión masculina puede reducir el contagio a las mujeres se intuye, pero aún no se ha demostrado. Los expertos temen que los hombres circuncidados incurran en más comportamientos de riesgo.
Prácticas religiosas y culturales: El diálogo sobre la implantación de la circuncisión debe implicar a todos los sectores sociales, religiosos y culturales, ya que es una práctica que se ha hecho tradicionalmente por cuestiones éticas y religiosas.
¿Cuándo hacer la circuncisión?: La circuncisión en los bebés se considera segura y menos cara que en la adolescencia o en la edad adulta, pero si se practica sólo a los recién nacidos, se tardará mucho tiempo en notar los efectos. Hay que debatir a qué adultos se les tiene que practicar.
Circuncisión frente a mutilación genital: El aumento de la circuncisión masculina puede llevar a un incremento de la mutilación genital femenina, conocida también como circuncisión femenina. Sin embargo, esta última no tiene ningún beneficio sobre la salud.
Seguridad y complicaciones: La circuncisión no está exenta de riesgos. Para disminuirlos es necesario contar con personal cualificado, instrumentos para practicar la intervención y condiciones higiénicas.
Sistemas de salud: La implantación de la circuncisión no debe perjudicar otras estrategias sanitarias ni quitar recursos para tratar otras enfermedades.
Salud sexual y reproductiva: Esta nueva estrategia abre una puerta para aumentar la información sobre la relación que existe entre la salud sexual con el VIH.
Relación de poderes: La manera en que los expertos quieren introducir una práctica en los países pobres que en Occidente no está aconsejada puede ser vista como una nueva forma de colonialismo.