Problemas de huesos y articulaciones
Cuando vemos la flexibilidad de un niño de diez meses, por ejemplo, la capacidad que tiene para llevarse los pies a la boca y la elasticidad con que juega con sus extremidades y con el conjunto de todo su cuerpo debiéramos pensar en lo rápido que se pierde esa cualidad si uno no se cuida y trabaja cada día su anatomía. Pero, ¿hay alguna forma de mantener esa flexibilidad con el paso del tiempo?
Es probable que si todos practicásemos yoga a diario, siguiésemos una dieta vegetariana y ecológica y no viviésemos con el estrés sostenido, podríamos mantenernos tan flexibles como nuestros hijos. Lamentablemente, la realidad es bien diferente.
En nuestro entorno todos tenemos conocidos con problemas articulares. El estrés de la vida moderna, la mala calidad alimentaria y la falta de respiración así como la falta de movilidad han hecho que en la actualidad las enfermedades del aparato locomotor representen uno de los trastornos más frecuentes y más extendidos en el mundo. Entonces, ¿qué podemos hacer para evitar esta situación y mejorar nuestra calidad de vida?
Cuando hablamos de este tipo de enfermedades, creo que es importante desterrar la equivocada idea que las enfermedades reumáticas sólo se presentan en personas grandes, porque cada vez hay más personas jóvenes que presentan artritis reumatoide y otras enfermedades de este tipo. Al mismo tiempo, circula la idea que las personas con problemas articulares no pueden mejorar y que siempre han de estar tomando medicamentos para alejar los síntomas. Pero es interesante tener presente que, en realidad, sí que se puede mejorar del dolor siempre que se trate adecuadamente y la persona tome conciencia de su problemática con una mente optimista, consciente y con ganas de superarse.
Cosas que hay que saber sobre las articulaciones
Podemos decir que una articulación consiste en la unión de dos huesos, cuyos extremos los protege una capa de cartílago, el cual pone a salvo los extremos de los huesos al moverse unos contra otros. Además actúa como amortiguador del impacto y contribuye a trasladar nutrientes al tejido óseo. Se hallan en codos, caderas y rodillas, etc.
Todo tiene una función en el organismo y la del cartílago es garantizar el buen funcionamiento de las articulaciones, pero como su estructura es similar a la de una esponja marina, cuando se deshidrata se vuelve relativamente quebradizo, denso y poco flexible, y es cuando puede aparecer el dolor.
El dolor articular es muy común, y se puede decir que toda persona lo ha padecido en algún momento de su vida, ya sea por accidente, exceso de ejercicio, torcedura o enfermedad articular. Es cierto que es muy molesto e incluso puede llegar a incapacitar a la persona. Por ello, una vez que comienza el dolor, lo mejor es acudir al médico para que diagnostique las causas y proponga el tratamiento a llevar, pues si bien, algunos dolores son pasajeros, otros se pueden convertir en un mal crónico.
Las articulaciones son tan esenciales que permiten la movilidad, sin ellas no sería posible caminar, sentarse, ni muchas otras cosas. En general toda nuestra vida "es movimiento".
En buena medida todo es posible gracias a las articulaciones, que deben mantenerse en óptimas condiciones, pues de lo contrario son causa de dolor. Muchas personas desconocen qué son, porque prácticamente nunca se piensa en ellas, hasta que duelen.
¿Cómo prevenir el dolor?
Hay factores de riesgo sobre los que no se puede intervenir, como son la edad o los antecedentes familiares, pero sí existen medidas que pueden ayudar a evitar esta dolencia. Algunas de ellas son:
Mantener a raya a la obesidad, ya que produce una sobrecarga en las articulaciones.
El ejercicio, de manera que actividades como simplemente caminar de 20 a 30 minutos diarios, hacer ejercicio en bicicleta o nadar, contribuyen a fortalecer los músculos que sirven de soporte a las articulaciones.
La dieta en este tipo de alteraciones, puede contribuir a una mejora del estado general. Así, una alimentación rica en fósforo puede ayudar al fortalecimiento de los huesos. También complementos a base de cartílago de tiburón pueden aliviar el dolor causado por los problemas articulares. Finalmente, la utilización de plantas medicinales tipo harpagofito, cola de caballo (ricas en silicio), sauce, etc. producen una acción antiinflamatoria y analgésica, lenta pero eficaz y segura.
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