Porque más vale prevenir que curar, háztelo mirar.

martes, junio 24, 2008

Los porros (y los adolescentes)

Padecer depresión y esquizofrenia el día de mañana son algunos de los precios que hay que pagar por fumarse tan sólo un porro a la semana. Y es que son ya varios los estudios publicados que coinciden en alertar de los peligros que a largo plazo pueden sufrir los adolescentes habituales fumadores de cannabis. Hasta un 30 por ciento más de posibilidades de desarrollar esquizofrenia, independientemente del uso de otras drogas psicoactivas y sin que medie ningún rasgo de la personalidad que pudiese predisponer al sujeto hacia esta enfermedad. A este respecto, durante 27 años, se evaluó a más de cincuenta mil suecos captados para el proyecto de investigación mientras cumplían el servicio militar obligatorio. El 10,8 por ciento de la muestra había probado el cannabis en alguna ocasión y, de todos ellos, el 1,4 por ciento desarrolló la enfermedad en el tiempo que duró el estudio. El riesgo de padecer esquizofrenia fue mayor entre quienes admitieron haber probado la droga en más de cincuenta ocasiones a lo largo de su vida. Y es que consumir cannabis en la adolescencia incrementa el riesgo de padecer síntomas esquizofrénicos una vez alcanzada la edad de madurez, especialmente en el caso de los más jóvenes (cuyo consumo comienza alrededor de los 15 años). Cuanto antes comience el consumo, mayores serán los riesgos de desarrollar la enfermedad. Esto es debido a que los usuarios más jóvenes se vuelven fumadores habituales durante largos períodos de tiempo.
Por su parte, otra investigación estudió a 1.600 estudiantes de 44 institutos australianos, todos ellos con edad comprendida entre los 13 y los 15 años. Los investigadores llegaron a la conclusión de que el consumo frecuente de cannabis incrementa el riesgo de padecer ansiedad y depresión en la edad adulta, especialmente en el caso de las adolescentes. De todos los participantes, el 60 por ciento había comenzado a fumar antes de los 20 años, y el 7 por ciento admitió ser un fumador habitual. Más de la mitad de todos ellos (el 52 por ciento de las chicas y el 66 por ciento entre los chicos) reconoció haber fumado en alguna ocasión. Después de ajustar las cifras en relación con el consumo de otras sustancias, los autores del trabajo concluyeron que el consumo diario de cannabis entre las chicas multiplica por cinco los riesgos de padecer ansiedad y depresión, mientras que el consumo semanal duplica el riesgo en comparación con los adolescentes no fumadores. Los autores han tratado de desentrañar los mecanismos que se esconden detrás de esta relación entre el consumo de porros en la adolescencia, especialmente entre las chicas, y la depresión posterior. En su opinión son determinados mecanismos psicosociales los que subyacen detrás de esta asociación. "Las consecuencias sociales del consumo frecuente incluyen el fracaso escolar, el paro e incluso la delincuencia juvenil, todos ellos factores que pueden provocar altas tasas de enfermedad mental". A su juicio, deberían tomarse medidas para reducir el uso frecuente y de carácter lúdico que se le da al cannabis.



1 Comentarios:

Blogger Unknown dijo...

esta bueno el articulo..pero el fondo azul oscuro y las letras no me dejan leer bien tal vez deberias mejorar eso :P o nose si solo soi yo,
gracias de todas formas no es mi intencion perjudicarte...solo es mi opinion

6:04 a. m.

 

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