Porque más vale prevenir que curar, háztelo mirar.

lunes, julio 30, 2007

En un experimento curan el cáncer de hígado con consumo de quercetina

La quercetina, antioxidante presente en verduras, frutas y bebidas procedentes de plantas, como el té, podría curar el cáncer de hígado, además de prevenir el desarrollo de otros tumores, según un estudio realizado in vitro por un equipo de científicos.
La investigación realizada demuestra cómo la quercetina, uno de los flavonoides más corrientes en los productos vegetales, es capaz de inducir la muerte celular programada o apoptosis en la línea celular del cáncer de hígado HepG2, esto es, en un tipo de células cancerígenas de hígado humanas cultivadas en el laboratorio.
Los investigadores han estudiado el efecto de la quercetina sobre proteínas clave de la ruta apóptica en células de hepatoma humano y tratándolas con ese compuesto durante 18 horas.
Los autores del trabajo precisan, no obstante, que aún es necesario desarrollar muchas investigaciones previas para asegurar el potencial efecto anticancerígeno de los flavonoides.
Su descubrimiento se traduce en dos avances a la hora de luchar contra el cáncer: por un lado la quercetina inhibe la proliferación del cáncer y, por otro, podría emplearse en su curación ya que actúa sobre las células dañinas induciendo su muerte, según explica uno de los participantes en las investigación, Luis Goya, del Instituto del Frío del CSIC.
La ingesta de cinco o más piezas de frutas y verduras a diario aporta quercetina y otros antioxidantes flavonoides, explica el investigador. Además, la quercetina podría emplearse bajo forma de medicamento en tratamientos contra el cáncer, combinada con otros productos, añade. La investigación, publicada en el último número de Journal of Nutrition y dirigida por Sonia Ramos, indica que una dieta rica en alimentos que contienen antioxidantes ayuda a prevenir el cáncer. Este trabajo se suma a muchos otros que ya han apuntado a que el consumo regular de alimentos ricos en flavonoides podría ayudar a reducir el riesgo de padecer cáncer.
(Ramos también ha publicado un trabajo de revisión en Journal of Nutritional Biochemistry en el que se establece que un consumo regular de frutas, verduras y té, todos ellos alimentos ricos en flavonoides, podría ayudar a reducir el riesgo de desarrollar un cáncer.)



lunes, julio 23, 2007

Betacaroteno (provitamina A)

El betacaroteno, más conocido como provitamina A, es un pigmento vegetal de color amarillo o naranja –presente en frutas y verduras–, que el hígado y el intestino delgado transforman en vitamina A. Médicos y nutricionistas elogian y recomiendan la dieta mediterránea rica en este componente como fuente de salud.
Una vez en el organismo, actúa como antioxidante frente a los radicales libres externos (sol, alcohol, tabaco, polución atmosférica,...) y los del propio cuerpo: infecciones, enfermedades de la piel –como por ejemplo el cáncer–, oxidación del colesterol LDL y otras dolencias. Además, es un elemento muy importante para el buen crecimiento de los niños, pues influye en el desarrollo de los huesos y de la dentadura.
Entre sus múltiples ventajas, ayuda a obtener un bronceado más rápido, sano, atractivo y duradero, al mismo tiempo que minimiza los efectos nocivos de los rayos ultravioleta y protege del envejecimiento prematuro de la piel.
La zanahoria es el alimento más rico en betacaroteno, seguida de las espinacas, los tomates, la ciruela, el albaricoque, la lechuga, la sandía, las judías verdes, la grosella, la naranja, la mandarina, la manzana, el limón, las uvas, la papaya y el melón, entre otros.



jueves, julio 05, 2007

Por qué el cáncer de hígado afecta más a los hombres

La mayor incidencia de cáncer hepático en los hombres se debe a los efectos inflamatorios de una proteína, según revela un estudio en ratas divulgado hoy por la revista "Science".
Científicos de la Escuela de Medicina de la Universidad de California (EE.UU.) han descubierto que los roedores hembras producen en menor cantidad la proteína llamada interleucina-6 (IL-6), que contribuye a la inflamación hepática que conduce al cáncer. Además, según los investigadores, cuando ocurre una producción de IL-6 en las ratas hembras, ésta es neutralizada por el estrógeno, una hormona que promueve el desarrollo sexual femenino. "Al eliminar la proteína logramos reducir la incidencia del cáncer hepático en los machos en cerca del 90 por ciento", manifiesta Michael Karin, profesor de farmacología de la Universidad californiana.
Según los investigadores, el descubrimiento podría abrir el camino para el desarrollo de terapias contra el cáncer hepático masculino a través de la reducción de los niveles de IL-6 o la administración de compuestos similares al estrógeno.
Willscott Naugler, profesor del Departamento de Medicina de la Universidad y uno de los autores principales del estudio, indica que aunque algunos órganos, como los pechos, son claramente influidos por el género hay otros, como el hígado, que no lo son. Esto plantea la posibilidad de que otros órganos que no están vinculados a las diferencias de género sean gobernados por el mismo principio, agrega. Como ejemplo, el científico indica el caso del cáncer de vejiga que tiene mayor incidencia en los machos que en las hembras. "Las diferencias también podrían ser resultado de mayores niveles de inflamación en las vejigas de los machos", añade.



miércoles, julio 04, 2007

Los niños y la televisión

Ver demasiada televisión puede provocar graves problemas de salud en los niños, como obesidad, diabetes, autismo o una pubertad prematura en las niñas, según concluye un estudio publicado en la revista británica Biologist. La investigación, realizada a partir del análisis de 35 estudios científicos previos, identifica quince efectos negativos que la televisión puede desencadenar en los niños. El director del estudio y miembro del Instituto de Biología del Reino Unido, Aric Sigman, alerta de que los peligros que conlleva estar demasiado expuesto a la televisión son tales que "se debería prohibir" en los niños de menos de tres años. Además, Sigman cree que se debe "restringir severamente" la televisión a medida que los niños crecen, porque el simple acto de ver la pantalla, independientemente de sus contenidos, puede dañar la salud de los más pequeños. Según el estudio, recortar el número de horas de televisión que ven los menores debería convertirse en una prioridad, en un momento en que los niños de seis años del Reino Unido han empleado ya de media un año entero de sus vidas delante de la pequeña pantalla. "Permitir que los niños continúen viendo tanta televisión muestra una falta de responsabilidad por parte de los padres", señala Sigman, tras identificar que estar expuesto a la pantalla en exceso puede desencadenar miopía, dos tipos de diabetes distintas, trastornos de sueño y cáncer.
La investigación alerta de que ver la televisión suprime la producción de melatonina, una hormona que desarrolla funciones relacionadas con el sistema inmunológico, el ciclo del sueño y el comienzo de la pubertad. Según estudios anteriores, las chicas llegan a la pubertad "mucho más pronto" que en 1950 porque han incrementado su peso, a lo que Sigman añade que "probablemente" el descenso de los niveles de melatonina causados por ver demasiada televisión también influyen. "Seremos en última instancia los responsables del mayor escándalo de salud de nuestro tiempo", alerta Sigman, quien añade que cada hora de televisión de más entre los 20 y los 60 años incrementa el riesgo de desarrollar Alzheimer.